Estamos a las puertas del otoño y con él el tiempo empieza a cambiar. Con la bajada de las temperaturas nuestros hábitos también varían, no solo en la vestimenta, también en la alimentación. Las ensaladas y los platos fríos quedan en un segundo plano y ya vamos a preferir platos de cuchara y más calientes. Igual pasa con las bebidas. Los hielos no son igual de protagonistas y pasamos de refrescos helados a otros un poco más cálidos, que nos templen.

Y, en menos que canta un gallo, pronto estaremos a la puerta de diciembre con sus productos típicos: los villancicos, los turrones y… la cerveza. ¿La cerveza es típica de Navidad? Sí, concretamente la cerveza de Navidad. No estamos hablando de una cerveza de toda la vida, a la que simplemente se le ha cambiado el etiquetado, ni mucho menos. Son cervezas que se elaboran para este periodo del año, con unas características de sabor propias y también alcohol.

¿Qué son las cervezas de Navidad?

Este tipo elaboraciones pertenecen a las Ale de alta fermentación (a la hora de hacer cerveza las levaduras pueden trabajar en la parte alta de vaso fermentador, a una temperatura de 18 a 24 grados, o en la parte baja, a 4 a 9 grados). Pese a que hay quienes puedan pensar que estamos hablando a productos de reciente creación, su origen se remonta a los vikingos. Ya entonces hacían estas cervezas durante el verano. Permanecían unos meses en guarda y se consumían en diciembre para honrar a sus dioses a la hora de celebrar el solsticio de invierno.

Poco a poco han evolucionado según las zonas en las que se elaboran y también se han adaptado a los gustos de los cerveceros de cada época. Sin embargo, tienen que cumplir unas características determinadas que las diferencian de las lagers tradicionales.

El BJCP -el Beer Judge Certification Program, en español el Programa de Juez de Certificación de Cerveza- establece unas pautas que tienen que cumplir cuando se hacen estas cervezas. Por ejemplo, han de tener sabores y aromas que nos evoquen a esta época como las galletas de jengibre, la melaza, la miel, ciertos frutos secos y frutas como las pasas, los higos o ciruelas, cítricos, los tostados o chocolates, entre otros.

Con respecto al alcohol, también estamos hablando de cervezas con una graduación superior a las estándares, que suelen estar sobre los 5 grados. La graduación, aunque no está definida y depende de cada fabricante y de las apuestas que quieran hacer, suelen estar sobre los 10 grados.

Cervezas de navidad o cervezas de invierno

Con respecto a estos términos, la verdad es que hay cierta controversia. Si nos remontamos al origen de la cerveza de Navidad o Christmas Ale, tenemos que decir que forman parte de las cervezas de invierno, también conocidas como Winter Ale, Winter Bock o Winter Warmers. Como podemos imaginar, estas son las originarias que se hacen para tomar durante todo el invierno. Poco a poco, dentro de esta variedad fueron surgiendo otras variantes con características propias. Fue precisamente con el cristianismo cuando este término de ‘cerveza de Navidad’ y esta modalidad de cervezas fue encontrando su espacio.

Hoy en día, estas Christmas Ale se hacen para disfrutarlas en este momento del año, resaltando algunos matices propios, dependiendo de cada receta. Pese a lo que pueda parecer, son cervezas sutiles, un poco dulces y equilibradas, como la Estrella de Galicia Edición de Navidad.

De esta manera y con el éxito que a lo largo de los años han tenido, especialmente en zonas como Bélgica, el norte de Europa o Estados Unidos, hay cerveceros que las reivindican como una cerveza con categoría propia, diferenciándolas de las cervezas de invierno.

Sea como fuere, recomendamos no perder la oportunidad de comprar cervezas de invierno en cuanto estén disponibles. Eso sí, recomendamos consumirlas en el mismo año y no guardarlas mucho tiempo. Las características de elaboración hacen que se disfruten plenamente en los primeros meses y, como mucho, hasta dentro del primer año.